Como anécdota de este almuerzo se gana el primer puesto la protagonizada por Sonia: cuando nos estamos retirando del lugar ¡le pega sin querer a la bandeja llena de vasos que traía el mozo! El resultado son varios vasos hechos añicos contra el piso. Mientras todos nos disculpamos con múltiples “Excuse moi” nos acercamos a la puerta para huir lo más rápidamente posible de allí.
| A pocas cuadras se encuentra Notre Dame, por lo que en unos minutos ya estamos dentro. A lo largo del viaje hemos visto demasiadas iglesias, unas más lindas que las otras… pero Notre Dame es especial. Quedamos maravillados con sus fabulosos vitraux, una verdadera obra de arte. Pero sin embargo lo que más me entusiasma es la posibilidad de subir a sus torres y tener una vista de Paris acompañada de sus características gárgolas. |
Igual antes de partir dedicamos unos minutos a conocer la cripta arqueológica donde podemos ver una simuación en 3D de cómo fue la construcción de la iglesia y la evolución de la isla.
Visitar dos museos en un mismo día no es para cualquiera: reconozco que hay que ser bastante entusiasta para no morir en el intento. Pero estamos hablando nada más ni nada menos que del Museo D`Orsay, hogar de las pinturas impresionistas más famosas del mundo.
El museo es precioso, anteriormente era una estación de trenes. Su enorme reloj de agujas es un símbolo característico de este lugar.
Tenemos menos de 2 horas para recorrerlo así que vamos a tener que concentrarnos en las obras más importantes. Pocho y Sonia deciden que ya vieron demasiado arte por el día y se quedan en la cafetería.
Comenzamos con “Arreglo en gris y negro n°1” de Whistler y luego vemos “El baile del molino de la Galette” de Renoir. Y seguimos con uno de mis favoritos: Van Gogh.
No tengo muy claro si lo que me atrapa de Vincent es su pintura o su vida… lo único que sé es que desde que conocí su museo en Amsterdam siento algo especial por sus obras. En ese entonces descubrí “La habitación” y los famosos “Girasoles”; ahora D´Orsay me regala “Una noche estrellada”, “La iglesia de Auvers-sur-Oise” y algún autoretrato entre otros.
También vemos obras de Gauguin e inmediatamente me retrotraigo a la casa de mis padres: durante mucho tiempo los cuadros de cabecera de nuestro living mostraban mujeres de la Polinesia concebidas por este hombre.
Actualmente ya no están… en donde estaba “Ta Matete” ahora está “Guernica” y en lugar de “La Orana María” está colgada la tele. Volviendo al museo, hay una exposición de pinturas bizarras y oscuras, así que destinamos nuestros últimos minutos a recorrerla. Vemos a Satanás representado de múltiples maneras y cuadros que muestran calaveras, sangre derramada por litros y otras preciosuras que demuestran lo retorcida que puede llegar a ser la mente. Es hora de irnos, el museo ya está cerrando sus puertas. |
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Sonia hace días que quiere ir a un Decathlon, así que hacia allá vamos. Los papeles se invierten, ahora somos nosotros los que esperamos en un Mc. Café mientras Yaya Sonia aprovecha a sacarse las ganas de ver y comprar ropa.
Cansados pero satisfechos de haber podido recorrer todo lo que nos propusimos, volvemos al apartamento... esperando que nuestra mente pueda procesar todo lo que vimos en tan poco tiempo.
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