sábado, 27 de abril de 2013

Notre Dame y Museo D´Orsay - Paris, Francia

Estamos un poco retrasados según el horario que habíamos fijado, así que vamos buscando un lugar para almorzar mientras caminamos en dirección a la Ilhe de la Cité, donde se encuentra Notre Dame.
Evitamos la rambla y vamos por una callecita interior para resguardarnos del frío. Estamos en pleno Barrio Latino.

Siempre pensé que este lugar se llamaba así porque estaba lleno de latinoamericanos, donde tenían sus negocios y una pequeña comunidad… pero me vengo a enterar que nada de eso es así y que su nombre proviene de una historia diferente.

En la Edad Media, este barrio era principalmente de estudiantes, y el latín era la lengua académica de la época (de ahí que se conozca con este nombre).
Barrio Latino
Almorzamos en una especie de Pub; hacía días que no comíamos un bife de carne como Dios manda, así que quedamos más que satisfechos.

Como anécdota de este almuerzo se gana el primer puesto la protagonizada por Sonia: cuando nos estamos retirando del lugar ¡le pega sin querer a la bandeja llena de vasos que traía el mozo! El resultado son varios vasos hechos añicos contra el piso. Mientras todos nos disculpamos con múltiples “Excuse moi” nos acercamos a la puerta para huir lo más rápidamente posible de allí.

Notre Dame
A pocas cuadras se encuentra Notre Dame, por lo que en unos minutos ya estamos dentro.

A lo largo del viaje hemos visto demasiadas iglesias, unas más lindas que las otras… pero Notre Dame es especial.

Quedamos maravillados con sus fabulosos vitraux, una verdadera obra de arte. Pero sin embargo lo que más me entusiasma es la posibilidad de subir a sus torres y tener una vista de Paris acompañada de sus características gárgolas.
Lamentablemente hay 1 hora de cola para subir, así que me quedo con las ganas de conocer la guarida de Cuasimodo: no disponemos de tanto tiempo, el Museo D´Orsay cierra temprano.

Igual antes de partir dedicamos unos minutos a conocer la cripta arqueológica donde podemos ver una simuación en 3D de cómo fue la construcción de la iglesia y la evolución de la isla.

Visitar dos museos en un mismo día no es para cualquiera: reconozco que hay que ser bastante entusiasta para no morir en el intento. Pero estamos hablando nada más ni nada menos que del Museo D`Orsay, hogar de las pinturas impresionistas más famosas del mundo.

El museo es precioso, anteriormente era una estación de trenes. Su enorme reloj de agujas es un símbolo característico de este lugar.

Tenemos menos de 2 horas para recorrerlo así que vamos a tener que concentrarnos en las obras más importantes. Pocho y Sonia deciden que ya vieron demasiado arte por el día y se quedan en la cafetería.

Comenzamos con “Arreglo en gris y negro n°1” de Whistler y luego vemos “El baile del molino de la Galette” de Renoir. Y seguimos con uno de mis favoritos: Van Gogh.

No tengo muy claro si lo que me atrapa de Vincent es su pintura o su vida… lo único que sé es que desde que conocí su museo en Amsterdam siento algo especial por sus obras. En ese entonces descubrí “La habitación” y los famosos “Girasoles”; ahora D´Orsay me regala “Una noche estrellada”, “La iglesia de Auvers-sur-Oise” y algún autoretrato entre otros.

También vemos obras de Gauguin e inmediatamente me retrotraigo a la casa de mis padres: durante mucho tiempo los cuadros de cabecera de nuestro living mostraban mujeres de la Polinesia concebidas por este hombre.

Actualmente ya no están… en donde estaba “Ta Matete” ahora está “Guernica” y en lugar de “La Orana María” está colgada la tele.

Volviendo al museo, hay una exposición de pinturas bizarras y oscuras, así que destinamos nuestros últimos minutos a recorrerla.

Vemos a Satanás representado de múltiples maneras y cuadros que muestran calaveras, sangre derramada por litros y otras preciosuras que demuestran lo retorcida que puede llegar a ser la mente.

Es hora de irnos, el museo ya está cerrando sus puertas.
L´Ange du Bizarre

Sonia hace días que quiere ir a un Decathlon, así que hacia allá vamos. Los papeles se invierten, ahora somos nosotros los que esperamos en un Mc. Café mientras Yaya Sonia aprovecha a sacarse las ganas de ver y comprar ropa.

Cansados pero satisfechos de haber podido recorrer todo lo que nos propusimos, volvemos al apartamento... esperando que nuestra mente pueda procesar todo lo que vimos en tan poco tiempo.

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